Esteban Hernández López, presidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), reveló que las pistolas 9 milímetros son las más usadas en ataques de camionetas y automóviles en México.
De mil 465 ataques delictivos que se registraron en contra de vehículos en diferentes estados de la República Mexicana, cuando menos más de mil 099 fueron con armas cortas y 366 con armas largas, señala el también CEO de la empresa blindadora Auto Safe.
“Comúnmente los de menor porcentaje los cometieron delincuentes dispersos en ciudades y los de mayor número el crimen organizado en el interior de la República”, comenta el empresario.
Ante la delincuencia común o urbana, el vehículo blindado actúa como “repelente” evitando los asaltos, dice el representante del organismo empresarial.
Recordó que los ataques se pueden dirigir a altos funcionarios de gobierno, recordemos los atentados a la ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Michoacán Minerva Bautista (abril 2010) con más de 2 mil impactos de bala y Omar García Harfuch (junio 2021) donde hubo más de 400 tiros de altos calibres.
Las armas cortas empleadas en los actos delictivos en contra de vehículos encabezan la lista el calibre 9mm con 295 casos, luego siguen los revólveres .22 con 150 eventos, las pistolas .380 con hechos 111, así como la .45 con 106 sucesos.
También, los delincuentes usaron 38 Especial en 90 ataques, .38 Súper en 63 casos, la .25 en 48 eventos, la 32 en 45 acontecimiento, una 40 en 39 acontecimientos, la .357 en 29 sucesos, así como la subametralladoras en 22 acaecimientos. Y finalmente, la 44 en 6 ataques, así como la 10 mm en 3 casos y la .41 en 2 eventos.
En ataques con armas largas ocupa el primer lugar el rifle de asalto AK47 7.62 x 39 con 148 casos, el AR15 5.56 x 45 calibre .223 en 131 eventos, la granada de fragmentación en 33 hechos, rifle calibre 22 en 19 acaecimientos y la barret calibre .50 en 13 sucesos. Otras armas largas usadas son la escopeta calibre 12 (9); 7.62 X 51 FAL en 8 eventos, el rifle calibre 30 en 4 hechos y Five Seven P90 en un 1 caso.
Aunque el mayor porcentaje de los disparos a vehículos blindados cuya intención central es intimidar o atacar al conductor se registra en el vidrio del piloto, seguido del parabrisas. “Se registraron numerosos impactos en otras áreas como puertas, postes y cajas de carga, por lo que no son recomendables los blindajes parciales”.
El vehículo blindado no es infalible ante disparos que superen las normas establecidas de seguridad en los materiales balísticos, por ello debe verse como una alternativa de repeler la agresión, comenta.
Agrega que contar con la pericia del conductor para salir del ataque, por lo que la recomendación de la AMBA que quien conduce el automotor debe estar capacitado para ello.
“En caso de que el delincuente no se percate de que el auto es blindado e intente cometer el asalto normalmente golpea con el arma el cristal, eventualmente puede disparar, y la mayoría de las veces se presentan pocos impactos. Casi siempre el objetivo es económico, hurtar lo que más se pueda en pocos segundos”.
Ante casos de delincuencia organizada, el objetivo mayoritariamente también es económico, principalmente secuestro, por ello es recomendable que el usuario cuente además con un esquema de seguridad personal, no solo con la unidad blindada.
“En este tipo de atentados, es mayor la posibilidad de presencia de armas largas. Sin lugar a duda, el conductor debe dominar las técnicas de conducción evasiva”.
Aunque en México no se menciona abiertamente la palabra terrorismo y atentados, un vehículo blindado puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, señala Esteban Hernández López.
El presidente Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores apunta que el objetivo puede ser la vida de los ocupantes del automotor, lo que cambia radicalmente la intensidad del ataque. La víctima con niveles de blindaje alto generalmente tiene un esquema de seguridad personal aunado al blindado.
Además de la presencia de armas largas en eventos relacionados con la delincuencia organizada existe la posibilidad del uso de explosivos, sostiene.
“Aunado a este análisis de riesgo por parte de las empresas blindadoras (serias y adecuadamente establecidas), el comprador no debe pasar por alto verificar las calidades de los materiales utilizados y exigir, sí, exigir le exhiban las certificaciones de los productos a emplear (aceros, fibras y vidrios), así como los permisos de operación expedidos por las autoridades competentes”.
“El blindaje salva vidas cuando se hace un trabajo de calidad y se combina con la eficiente operación de la unidad”, concluye.