La inseguridad y violencia ha cambiado la vida de todos los chilangos por completo. Hoy recomienda adquirir por 800 dólares un chaleco antibala para no ser parte de las estadísticas ni el personaje de las 713 carpetas de investigación abiertas a diario en la Ciudad de México.
“Nadie sabe cuando va a ser víctima de un delito, así que hay que estar protegidos ante cualquier situación. Blindar el auto es una opción, pero también podemos adquirir una prenda blindada”, dice John Valbuena, presidente de la Comisión de Blindaje Corporal del Consejo Nacional de la Industria de la Balística (CNB).
“En el caso de los chalecos antibala, con el paso del tiempo se han vuelto más ligeros y flexibles, sin perder sus características de protección, y sus costos van de 600 a 800 dólares”, expresa el empresario, quien lanzó una campaña de información para recomendar estrategias y medidas de protección para el cuidado de las personas y sus bienes ante el avance sostenido de la delincuencia en nuestro país.
De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, en marzo reciente se abrieron 22 mil 118 carpetas de investigación en las agencias del MP, es decir, 713 diarias.
Según el INEGI, para el final del 2022 más del 60 por ciento de la población en México se sentía insegura en su ciudad, las mujeres en mayor medida.
Las entidades con mayor sentimiento de inseguridad son Zacatecas, Guanajuato, Estado de Mex, Michoacán y otros estados del norte.
Ante ello “recomendamos realizar un análisis de riesgo personal para saber a qué estamos expuestos y en el CNB brindamos asesoría, sin costo a toda persona que quiera conocer qué productos existen para protegerse, como son los chalecos blindados, o bien, cuál es el blindaje más apropiado para su auto, su vivienda o lugar de trabajo”, explicó Ignacio Baca, presidente de la CNB.
Luis Sánchez, presidente de la Comisión de Normas y Certificaciones del CNB, dijo que la percepción de inseguridad es la sensación de ser víctimas de algún delito que pueda atentar contra nuestra integridad física o moral, “o alguna situación que nos ponga en peligro y que derive en un daño”
“Esa percepción se mide con encuestas de victimización, estadísticas de delitos y datos duros, por lo que se puede conocer y tomar medidas conducentes”.
Vale la pena diferenciar tres elementos para realizar un análisis de riesgo que nos oriente para asumir las medidas más adecuadas de protección. Se trata del peligro, del riesgo y del daño.
“El peligro es una percepción que indica la existencia de una posible amenaza de desgracia o contratiempo que amenace nuestra integridad; es parte de nuestra vida diaria, en el hogar, en la oficina o el trabajo, o en otro sitio”.
“A cambio, el riesgo es la posibilidad de que se produzca una desgracia, se sufra algún perjuicio o se materialice el peligro; surge cuando no tomamos las medidas necesarias de protección, que podrían derivar en un daño, en un perjuicio, un mal o una desgracia, el cual puede ser menor si se toman medidas para minimizar el riesgo”, agregó.
Para el CNB, estos elementos ayudan a entender el concepto del nivel de riesgo, que se basa en el estudio o análisis de los potenciales peligros y sus posibles consecuencias, para tratar de predecir lo que podría suceder.
A partir de ahí se deben ejercer las acciones necesarias para reducir ese riesgo, estableciendo medidas de prevención y protección que pueden reforzarse con materiales balísticos.
“En cualquier caso, el blindaje corporal y el automotriz conforman un elemento de protección que deriva del análisis de riesgo practicado al usuario final, en donde se le informa cuál es su nivel de peligro, y el riesgo de que algo pueda afectar. De esta forma es más certera la recomendación del nivel de blindaje que necesita y las especificaciones que ese blindaje requiere para ser sustentado”, apuntó Luis Sánchez..
“En el CNB difundimos los productos de balística más adecuados para las personas, porque hemos analizado los distintos niveles de riesgo”.
“Para los asaltos en las calles recomendamos chalecos nivel NIJ IIIA, certificados para armas hasta tipo Magnum .44, pero hay diferentes tipos de prendas como las playeras blindadas, o chalecos que protegen contra armas punzo cortantes, o contra armas de mayor calibre”, puntualizó John Valbuena.
Ignacio Baca especificó que los industriales que se dedican en México a la producción de prendas blindadas, son especialistas en diseño y manufactura de materiales balísticos, que incluso han impulsado la confección de chalecos específicamente trazados para la anatomía femenina.
“Pero también queremos alertar a los usuarios que existen productos balísticos ‘piratas’, por lo que deben tener cuidado y asesorarse, y para eso estamos en el CNB, para proteger las vidas, que es el bien más preciado”.