La construcción de una giga fábrica de Tesla en Santa Catarina, Nuevo León, detonará las cadenas de proveeduría y disparará 25 por ciento la producción de la manufactura de plásticos para vehículos, afirmó Carlos González, director general de Hultek.
“La industria de manufactura de plásticos para vehículos, en la que a veces se integra al hule, crecerá a un ritmo de 27.9 por ciento durante los próximos 5 años”, señaló dijo el directivo de la empresa mexicana proveedora de piezas de hule para el sector automotriz.
En 2022, México concluyó con un incremento de 12 por ciento de la producción para la industria de autopartes, con lo que el sector alcanzó un valor de 106 mil 741 millones de dólares.
La tendencia positiva y crecimiento no será solo de un año, ya que si se siguen recibiendo más inversiones de grandes armadoras: “Implicará un nearshoring de autopartes que impulsará a múltiples cadenas de proveeduría”.
Los proveedores tendrán que adaptarse a las demandas de la nueva era de la fabricación de automóviles y vehículos eléctricos, comentó el empresario mexicano.
Según el fabricante de hule automotriz, Tesla busca simplificar la cadena de suministro y nuevas fuentes de proveeduría con su incursión en el mercado mexicano.
Durante la presentación de la Gigafábrica de Nuevo León, Elon Musk señaló que en todo el mundo hay unas 10 mil fábricas que producen los componentes de Tesla, mientras que el objetivo es un crecimiento sustentable con respecto a la proveeduría.
“Los automóviles eléctricos requieren de algunas partes específicas, en el caso del hule, suman piezas que van conectadas al motor, disminuyen la vibración, aíslan la energía o anulan la fricción entre partes.
“El papel de México al recibir una inversión de este tipo también será acelerar la innovación, el desarrollo y la disponibilidad en diferentes sectores de la cadena de proveeduría”, complementó González.
Algunos ejemplos de las piezas de hule que requieren los vehículos eléctricos son los soportes antivibración, que son piezas de caucho que envuelven un cilindro metálico y sirven para absorber las vibraciones que, con el tiempo, podrían afectar el funcionamiento mecánico, desgastar otros elementos e incluso incrementar el ruido del motor.
Otro ejemplo, dijo González, son los sellos para moldura de bulbo, los cuales reproducen el mismo trabajo de sellado que tienen, por ejemplo, las puertas de los trenes eléctricos.
“Se trata de una nueva era para la industria que también nos obliga a evolucionar y empezar a trabajar para ofrecer este tipo de piezas”, explica González.
De acuerdo con el experto, la industria automotriz eléctrica también requiere de un mayor número de micropartes, debido a la necesidad de componentes más ligeros y eficientes, que sirvan de soporte para las nuevas tecnologías y ayuden a reducir el peso de los vehículos.
“En el caso de las micropartes de hule, por ejemplo, Hultek ha visto un incremento en los pedidos por parte de los clientes de la industria automotriz de hasta un 15 por ciento, con respecto al último año antes de la pandemia”, concluyó el directivo.