#LaSoledadCompartida – Erika Loal

¿Alguna vez han sentido que “algo” llega a tu vida para hacerte mejor persona?

Por @erika.loal

Es como esas cosas que tienen que entrar a tu historia porque así tiene que ser, porque formarán parte importante de tu crecimiento como individuo, te das cuenta de que por muy mínimo que sea, esa canción, esos amigos, en verdad lo que sea, llega a cambiar completamente tu vida, te da un camino de esperanza y de paz, con el que te das cuenta de que sin eso, no sabes dónde estarías, de alguna manera encuentras un refugio que te hace continuar. A mí me pasó, no fue casualidad, fue el destino.

Era de esas personas que pensaban que iba a durar poco, que en diciembre 31 iba a desaparecer, ya sé, toda ilusa. Sin duda, no creí que esto me iba a afectar más de lo que imaginaba. Al principio trataba de estar positiva, hacer cosas que nunca había hecho o que me costaba trabajo hacer, todo bien al principio; actitud positiva, buena alimentación, hacer ejercicio, todo iba “viento en popa” hasta que me di cuenta de que esto está lejos de acabarse.

Aún tenía la esperanza de poder graduarme, volver a juntarme con mis amigos en el parque como si nada hubiera pasado, ir a clases presenciales, disfrutar de mi último año universitario. La realidad es: me gradúo en dos meses, y ya está que no tendré ni siquiera foto de graduación…de universidad.

Ya es algo que he aceptado, que más da, así tenía que ser, y soy fiel creyente de que por algo pasan las cosas, por más difíciles que sean.
A pesar de que, emocionalmente, ha sido una situación extremadamente difícil para mí, debido a que consideraba que estaba bien, “todo en orden” antes de la pandemia. Ahora puedo decir que ha sido todo un proceso de sanación conmigo misma, en donde tuve que cambiar toda mi rutina y aprender a controlar mis emociones. Pero también a sentirlas cuando es necesario, el aceptarme física y emocionalmente y sacar provecho de los aprendizajes que he tenido este año de pandemia.

El reforzar esas amistades, en donde hablamos todos los días de cualquier cosa, literal cualquier cosa, debo decir que siempre me sacan una sonrisa y hacen de mis días mucho más alegres; el dejar ir a aquellos que terminaron su ciclo en mi vida, de los cuales agradezco plenamente el que me hayan enseñado tanto; el recibir nuevas personas de las cuales nunca me imaginé siquiera mantener una conversación y el recuperar a aquellas que había perdido, y que ahora las siento más cerca de mí, así como agradecer a la vida el que mi familia esté sana y que no he tenido pérdidas que lamentar.
Es un sentimiento que he estado guardando todos estos meses, sacar lo mejor de esta pandemia, a pesar de que la situación no sea del todo favorable.

He encontrado un refugio en amigos fieles, por supuesto mi familia, con la que convivo 24 horas al día, y algo que me ha cambiado la vida, la música, el conocer nuevos géneros, nuevos idiomas, ha sido la forma en la que me he mantenido de pie, el encontrar a aquel artista que no puedo dejar de escuchar, no sé la razón, solo sé que quiero escucharlos todo el tiempo porque eso me hace sentir bien.
Cada persona en esta vida sana de diferentes maneras, unas encuentran reconciliación con su familia, yo la encontré con la música y mis amistades más cercanas. He estado sanando mi vida poco a poco, he encontrado mi pequeño refugio.