Hace seis años: Perdíamos a una leyenda, Lemmy Kilmister de Motörhead

Fecha de publicación: 28 diciembre, 2021

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Los últimos dos años de su vida, el líder de Motörhead, Lemmy Kilmister, estuvo plagado de problemas de salud. Aún así, la leyenda, con todo y su alcoholismo parecía indestructible. Y hasta el final se esforzó por estar a la altura de su papel, realizando una serie de conciertos en Europa durante el último mes de su vida, sin saber que su cuerpo estaba plagado de una forma agresiva de cáncer. Y aunque se sintió mal todo el tiempo, aún planeaba regresar a Europa en enero para continuar de gira.

Pero solo dos semanas después de asistir al evento de Whisky a Go Go en Los Ángeles para celebrar su próximo cumpleaños número 70, que tuvo lugar el 24 de diciembre, Kilmister sucumbió a su enfermedad y murió el 28 de diciembre de 2015.

Kilmister era la encarnación viva del heavy metal, aunque se negó a aceptar el término, alegando que solo estaba interpretando una versión amplificada del rock ‘n’ roll de sus héroes: Little Richard, Chuck Berry y The Beatles. Es asombroso que Kilmister haya podido reunir la fuerza a lo largo de 2015 para tocar en espectáculos e incluso grabar un álbum final completo, Bad Magic, que salió el 28 de agosto de 2015, exactamente cuatro meses antes de su muerte.

El día inevitable llegó…

Dos días después de la gigantesca fiesta de cumpleaños número 70 en su honor a la que asistieron Slash, Billy Idol, Sebastian Bach, Lars Ulrich, Zakk Wylde y muchas otras celebridades, Lemmy sufrió dolores en el pecho y fue tratado en el hospital, pero los médicos no descubrieron nada malo.

Preocupado por Lemmy, su gerente de toda la vida, Todd Singerman, pidió a los médicos que le realizaran un escáner cerebral. Teniendo en cuenta todos los análisis de sangre y otros procedimientos médicos a los que se había sometido Kilmister, los resultados fueron impactantes. Lemmy tenía tumores cancerosos en todo el cerebro y el cuello. Los médicos determinaron que la condición era intratable y predijeron que le quedaban de dos a seis meses de vida.

Según se informa, Lemmy se tomó la noticia con calma. Había engañado a la muerte tantas veces en el pasado y había vivido una vida tan dura y rápida que no esperaba quedarse por mucho tiempo. El 28 de diciembre, después de jugar videojuegos durante horas, Lemmy se quedó dormido y murió. En los días siguientes, la comunidad musical lamentó la pérdida de una de las figuras más emblemáticas del rock ‘n’ roll.