Los juegos de poder entre Elon Musk y los creadores de Tesla
Fecha de publicación: 2 noviembre, 2022


Cuando se habla de automóviles eléctricos de última generación o de viajes al espacio con reducción de costos viene de inmediato el nombre de personajes como Elon Musk a la cabeza. Pero también cuando se habla de chismes como del atómico rompimiento de Amber Heard con Jonhny Depp, de la creación de lanzallamas caseros para no sé sabe qué diversiones peligrosas o de la escandalosa compra de una red social para gente mayor como Twitter.
Más allá de un inventor como Tesla que es el nombre de una de las empresas de las que es máximo accionario y directivo, Elon Musk es un hombre de negocios que si bien comenzó su gran fortuna con el boom de las punto com, ha sido alguien que desde joven ha sabido olfatear muy bien las oportunidades de negocio y acercarse a las grandes mentes de la tecnología para amasar grandes fortunas que lo han llevado a volverse el hombre más rico del planeta.
Si es un filántropo, si es un hablador o si es una gran mente de nuestro tiempo, eso depende de quién lo analice, pero el libro “Juegos de poder, Elon Musk, Tesla y la apuesta del siglo” de Tim Higgins, editado por el sello Paidós Empresa de Editorial Planeta, nos narra la creación de la famosa empresa fabricante de automóviles con más valor en el mercado: 75.900 millones de dólares.
¿Pero cómo llegó a esto el famoso estadounidense de origen sudafricano? Este libro de Higgins inicia su rastro cuando dicha compañía no tenía ni nombre. Personajes interesantes como los ingenieros Martin Eberhard y J.B. Straubel son los que iniciaron con un interesante proyecto que tomó como base otras fuertes inversiones y desarrollos que llegaron más allá de los prototipos, pero que se vinieron abajo por parte de General Motors al querer apostar a un auto de energía totalmente eléctrica con serias pérdidas.
¿Pero cómo lograron atraer la inversión de uno de los hombres más adinerados como Musk para que pudieran alcanzar el sueño que una empresa con más de 100 años de investigación y desarrollo en la industria automovilística no pudo? Bueno, sencillo, lograron cimentar su investigación y desarrollo en baterías pequeñísimas, lejos de las complejas y limitadas celdas solares de ese momento. Racimos unidos de pequeñas baterías de litio utilizadas para aparatos portátiles como las laptops. Aunque, claro, eso fue uno de los tantos factores, además de las limitantes de dichos elementos para un uso a gran escala y la reunión de otros detalles como la fabricación de los prototipos basados en autos construidos por Lotus, la firma de autos deportiva inglesa con más de 70 años en el mercado.
Al navegar por las páginas de este libro los lectores podrán meterse a los talleres improvisados en garages de casas en Sillicon Valley donde los científicos de la mecánica del futuro almacenaban piezas de proyectos tirados a la basura para adecuarlos a nuevos autos o ver cómo jugaban a prueba y error a incendiar baterías para evitar el colapso de sus unidades con sus pilotos dentro. Por otro lado también podrán poner nombre a los inventores y a los inversionistas de las grandes proezas de la era moderna como el Tesla 3, un auto que en 2016 revolucionó a la industria al ser un modelo de lujo asequible económicamente, de grandes prestaciones, diseño agradable y una carga super rápida.
Los amantes de la industria automotriz y la gente con visión estratégica de negocios quedarán fascinados por esta interesante investigación de Tim Robbins, un periodista especializado en negocios tecnológicos del The Wall Street Journal, quien en 2021 fue nombrado Persona del Año por la revista TIME.

