Como una bomba cayó la noticia de la detención del súper secretario en el sexenio de Felipe Calderón, Genaro García Luna. Fue Ginger Thompson -ex corresponsal del New York Times en México- la primera en dar la información para que de ahí absolutamente todos los medios de comunicación diéramos a conocer la que posiblemente sea una de las notas del sexenio.
Hace unos días la Jefa de Gobierno alertó que en la Ciudad de México ya no podrán circular vehículos emplacados en Morelos, por la evasión que existe del pago de tenencia.
Estamos en 1519, en los estertores del medievo, antes de Maquiavelo, mucho antes de la República y el Estado Moderno, muy lejos de la democracia moderna.
Caminamos al filo de precipicios. Una delgada línea divide nuestro existir en disyuntivas irreconciliables. Vivimos, pues, sobre el canto de la moneda, entre su has y su envés; al filo de una navaja, participando de la esencia de ambos cantos; en el alma de la antípoda.
Mal fin es el que vivió la familia de Daniel, trabajador del estacionamiento de Plaza Universidad, que este lunes fue asesinado al resistirse a un asalto por parte de dos adolescentes, en uno de los centros comerciales más conocidos de la Ciudad de México, en la zona clasificada como 1er lugar del Índice de Desarrollo Humano: la alcaldía Benito Juárez.
En plena Guerra Mundial (1942) Denis de Rougemont escribe su gran obra, “La parte del Diablo”. La culpa, si puede así llamarse al reto, fue de Jacques Maritain: fenecían postres y velada en Nueva York y éste sostuvo que “lo que más se echa de menos en las democracias (…) es creer en el diablo”.
Anticipamos en entregas anteriores, todo el desastre que hay en el aún partido del Presidente, MORENA: le escribimos sobre el fuego amigo que hay en ese partido y el riesgo de su perredización, que ya no es riego, sino una realidad ya superada. Sus dirigentes y sus principales cuadros no han entendido, y siguen haciendo enojar a quien los llevó al poder, Andrés Manuel López Obrador.
Corría un marzo electoral y frío, con él la Convención Nacional Bancaria; la oportunidad y el foro estaban puestos; el mensajero los aprovechó, soltó el mensaje que se hundió en lo más oscuro de todos los miedos: “a ver quién amarra el tigre”.
¿Quién habrá sido? ¿Que abominables seres habrán sido capaces de masacrar mujeres, niños y bebés, sin compasión alguna? ¿Que nos ha pasado como país, que hemos llegado a estas barbaries, donde diariamente mueren 10 mujeres y 3 menores de edad en México?
Cómo se puede explicar que el Comandante Supremo de las Fuerza Armadas, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, ¿no haya estado enterado del operativo para detener al hijo del Chapo Guzmán?
Este fin de semana pasado no hubo mejor ejemplo de la ya perredización de MORENA con sus Congresos Distritales: suspensión de 71 de 238 convocados, acusaciones de padrón rasurado, compra de votos, acarreos, cambios de sede sin avisar, exclusión selectiva de líderes -como sucedió con el Diputado Federal Mario Delgado al cual ya no dejaron registrar-, y movilización clientelar, entre otros.
La vida es sucesión de momentos. Se nace en un momento y se muere en un momento. Entre uno y otro se suceden inexorablemente momentos en un fluir de pasado a futuro, en un presente tan fugaz como definitivo y definitorio.